26 ene 2016

UN POCO DE HISTORIA DE LA POLA ¡ PUEBLO INDOLENTE!

|26 ene 2016

Lo recuerdo bien, sé cómo sucedió, y si bien paso hace ya algún tiempo, mis recuerdos están intactos. Algunas historias para ser contadas requieren, de algunas otras para ser entendidas; y es que para poder contar la historia de Policarpa Salavarrieta debo contar la historia de la Nueva Granada y por su puesto la historia de su familia.

Antes de la Pola
Toda historia remite a sus raíces, y la historia de la Pola no es excepción. Joaquín Salavarrieta, era el padre de Policarpa quien se desempeñaba en ese tiempo como miliciano, de la insurrección Comunera junto a José Antonio Galán.
Para ese tiempo los impuestos tenían grandes alzas que el pueblo debía pagar, para que la corona española pudiera financiar la guerra con Inglaterra. La gente del común se mostró inconforme con las alzas en los impuestos; los comerciantes de la nueva granada también se sintieron afectados y aunque el pueblo se alzó, realizando motines en contra del gobierno, más esto no fue suficiente. Basto un día, para que la insatisfacción de una ciudadana fuera suficiente para encender los ánimos. En la mañana de mercado del 16 de marzo de 1781, Manuela Beltrán en un acto de rebeldía arranco los edictos que anunciaban las nuevas alzas en los estancos del tabaco y el aguardiente, su voz se escuchó al decir: 
“Viva el rey, abajo el mal gobierno”,
“No queremos pagar la armada de Barlovento”
Desde ese momento, se conformó un movimiento armado en contra de las políticas españolas. En Zipaquirá se redactaron las capitulaciones para abolir los impuestos, sin embargo, aunque el pueblo granadino había ganado una batalla, aún era necesario ganar la guerra para lograr la libertad. Aunque la insurrección de los comuneros fue un desafío al poderío español; la corona empezó una campaña de persecución, aprensión y ejecución, de los líderes de la revuelta. Con los españoles pisándoles los talones, Joaquín el padre de la Pola, se vio obligado a emprender la huida de Socorro, Santander, a Guaduas, Cundinamarca; Allí decide cambiar su oficio y empieza a desempeñarse como agricultor.
La Familia Salavarrieta
Transcurrieron algunos años, en los cuales Joaquín conoció a Mariana Ríos Chamorro, quien sería su esposa, su relación se formalizo el 6 de Septiembre de 1786, cuando contrajeron nupcias en Moniquirá, Boyacá. La familia de la Pola era numerosa, no contaba con un hermano sino con 9, algunos de sus hermanos nacen en Guaduas, María Ignacia Clara nace el 12 de agosto de 1789, José María de los Ángeles nace el 1 de agosto de 1790, Catarina nace en 1787 no sé sabe con exactitud el día ni el mes y Eduardo nace el 1 de noviembre de 1792, Francisco Antonio 26 de septiembre 1798. Al ser una familia de tradición esperaron a que sus hijos varones se hicieran mayores, para mudarse a Santafé, es así que en el año de 1798 se mudan en busca de una mejor educación para sus hijos mayores. Para albergar a su familia Joaquín compró una casa de “tapia baja”, en el barrio de Santa Bárbara.
La familia de la Pola viajaba constantemente a Guaduas, para vigilar de cerca los negocios que allí mantenían, en aquellas idas y venidas, nacieron: José María, José Ignacio Ramón, el 31 de Diciembre de 1794, Vicente Bibiano María, el 3 de Diciembre de 1801; y Gregoria Apolinaria o Apolonia. La fecha de nacimiento de la Pola es el 26 de enero de 1796. La Pola, poco a poco se convertiría en la gran heroína de la Nueva Granada.

La Vida de la Pola Toma Rumbo

 En el año de 1802, los acontecimientos tomaron su rumbo; Santa fé fue azotada por una de las pestes de viruela más devastadoras. La enfermedad se llevó consigo a Joaquín y a Mariana junto a dos de sus hijos, María Ignacia y Eduardo, hermanos mayores de la Pola. Es aquí donde la familia se disuelve, los dos varones, llamados José María entran como frailes al convento de los Agustinos calzados, José Ignacio Ramón y Francisco Antonio se van a trabajar a una finca en Tena, dejando a Catarina a cargo de los pequeños Policarpa y Bibiano. 
Con el fallecimiento de los padres, es ejecutado el testamento dejado por Don Joaquín, quien si bien no era rico, tenía lo suficiente para vivir muy bien. Una vez cumplido el testamento, la casa que habitaron en Bogotá fue clausurada por estar contaminada de viruela; Catarina encargada de cuidar de Bibiano y la Pola, decide que lo mejor es volver a Guaduas, en donde son acogidos por Margarita Beltrán su madrina de bautismo; tal vez, el nombre de Margarita no sea muy conocido, basta decir, que es la hermana de Manuela Beltrán.
Con el tiempo, Catarina decide desposarse con Domingo García, juntos se encargan de cuidar de La Pola y su hermano menor. La pequeña Pola demuestra ser una niña muy despierta. Margarita madrina de los hermanos Salavarrieta, aboga para que la pequeña sea aceptada en el convento de la soledad de los padres franciscanos, donde aprende a leer y a escribir, a tocar la guitarra y a cantar, también aprende historia y las doctrinas españolas. 
Su inquietud por adquirir conocimiento la lleva a descubrir el origen de su apellido: conoce que el apellido Salavarrieta proviene de Solabarrieto, apellido vizcaíno que significa de la nueva heredad; conoce la historia de fundación del convento de la soledad; y las vicisitudes del padre Tomás de Morales en su empeño por buscar a don Benito Sánchez, para convencerlo de ceder a la orden franciscana, parte de los terrenos en los que se construiría el convento; a la Pola, le gustaba mucho oír esta historia porque oírla era recordar el origen de Guaduas. Como toda pequeña niña; la Pola era inquieta, disfrutaba al salir del convento, porque podía jugar con los otros niños, y pasear disfrutando de la naturaleza y los jardines que ofrecían diversidad de frutos a los lugareños.

La Pola de Joven

El pueblo de Guaduas era muy conocido, por comerciantes o viajeros que normalmente pasaban por allí, puesto que era una ruta muy comercial, aquellos visitantes que frecuentaban el pueblo de Guaduas y a quienes la noche sorprendía en el pueblo, aún sin terminar sus negocios, debían buscar refugio en el convento, en la casa de los Virreyes o en las casas del camino. Como los hospedajes se ocupaban muy rápido dejando algunos viajeros sin un lugar para dormir; Catarina y su esposo Domingo decidieron acondicionar la casa para huéspedes, siguiendo así la tradición de su padre Joaquín al dar albergue a quien lo necesitara.
La Pola, siendo ya una señorita empieza a desempeñarse en las labores de la casa ayudando a atender a los huéspedes; también, acondicionó una pequeña parte de la casa para dar clases de escritura a los niños; poco a poco, seguía desarrollando nuevas habilidades, como corte y confección, clases que le fueron dictadas por la señorita Cañizares una mujer humilde, de ascendencia española.
Algunas veces, Margarita Beltrán, su madrina, le contaba a la Pola historias sobre la vida de su padre Joaquín; quien estuvo en la revolución, trabajando al lado del caudillo José Antonio Galán. Le narraba los acontecimientos, que suscitaron, después de firmar el acuerdo de las capitulaciones de Zipaquirá con los españoles. El caudillo José Antonio Galán, al igual que Joaquín, su compañero y amigo, temían que los españoles no cumplieran con las capitulaciones; marcha al occidente a interceptar las comunicaciones entre Santafé y Cartagena. Después de vencer al enemigo que lo persigue, viaja a Guaduas, donde es apoyado por aquellos que fabricaban cigarrillos y aguardiente, para seguir su camino hacia Mariquita donde da libertad a los esclavos de las minas de Malpaso, declarando abolida la esclavitud. Las sospechas fueron ciertas, los españoles incumplieron el acuerdo y tras perseguir a los comuneros, atrapan a Galán junto con los principales dirigentes de la revuelta el 13 de febrero de 1782, donde fueron apresados y condenados a muerte. Después de su muerte, Galán fue descuartizado, como escarmiento a todo el ejército comunero; sus restos terrenales fueron repartidos a todas las ciudades de la Nueva Granada, en donde provocó la rebeldía del pueblo contra la corona española. A Guaduas fue llevada la cabeza del héroe, allí se cuenta que fue puesta en una jaula de madera a la entrada de la villa, en un madero de gran altura y en la parte más pública, su rostro quedo mirando perdidamente hacia Charalá lugar de su nacimiento.
Al escuchar la historia de los comuneros, la joven Pola se siente muy orgullosa, ya que conoce la causa que fue defendida por su padre; también se siente impresionada por las acciones de los españoles al cometer un crimen tan atroz contra Galán. Éste fue un momento inspirador en la vida de nuestra heroína, ya que motivada por el ejemplo de su padre, decide seguir sus pasos. Su curiosidad la lleva a aguzar su oído al atender los huéspedes de la casa, al escuchar las conversaciones de los viajeros descubre una realidad vibrante en la nueva granada. Son muchos los promotores de la libertad, Antonio Nariño arriesga su cuello al traducir en clandestinidad la declaración de los derechos del hombre, avivando la inconformidad del pueblo; en todas partes se reparten panfletos clamando una revolución, se crean fuerzas guerrilleras en contra de la opresión.
A los 12 años, la Pola es ya toda una señorita, alta esbelta, de aspecto ágil, todo esto adornado con una sagaz inteligencia. Una mañana de mercado del año de 1808, la pequeña joven conoce a los hermanos Alejo y Leandro. Entre Alejo y La Pola nace una buena amistad, Alejo intenta visitarla con frecuencia. La joven estaba muy atenta a la información que pudiese llegar a ser relevante incluso de las conversaciones con el joven Sabaraín.

Las veladas en la casa de huéspedes eran amenizadas por la Pola que cantaba y tocaba la guitarra. Con su grupo de amigas cintureras bailaban y ensayaban los pasos de baile para las fiestas; la joven Pola bailaba de maravilla el torbellino, el bambuco y la polca, eran bailes enseñados e inculcados como costumbres de la época. Además, de pasar muy buenos ratos, las filigrana; también, elaboraban confituras, preparaban la horchata y la naranjada que los sábados se mostraban en la Plaza Mayor.

Grito de Independencia





Llegaron vientos de cambio, Camilo Torres es elegido como asesor del cabildo Santafereño, al poco tiempo llegó el grito de independencia; por fin, los americanos expulsarían a los Chapetones de la nueva granada. Los españoles huyeron hacia Cartagena, por temor a las represalias de los criollos furibundos. Entre los españoles que huyeron estaba el virrey Amar y Borbón quien en su viaje se hospeda junto a su esposa, en Guaduas, precisamente en la casa de las hermanas Salavarrieta. Fue inevitable que nuestra joven e intrépida heroína no cruzara algunas palabras con los virreyes; al hablar con la virreina, expresó sus ideas sobre porqué las naciones, deben regirse por cuenta propia, demostrando su patriotismo. La virreina quedó eclipsada con la inteligencia de la Pola; “al despedirse, de la joven, la mujer no podía imaginarse que sus palabras serian un augurio: Cuídate mucho, Polonia, eres muy joven y bella; los tiempos son difíciles, no vayas a precipitarte a un final trágico.”
Junto al cambió también vinieron momentos difíciles y de escasez, la difícil situación hace que la Pola, que ya es una señorita, decida mudarse a Santafé, para trabajar como costurera. Al llegar a la ciudad su emoción creció más cuando supo que estaría cerca de sus dos hermanos José maría, a quienes veía solo en navidad, estos habían optado por ser centralistas partidarios y seguidores de Antonio Nariño.
En 1812, la Pola es recibida en la casa de Doña María Matea Martínez Zaldúa y Plaza, esposa del doctor Manuel María Martínez Zaldúa y Plaza, amigo de los Salavarrieta, quienes le tenían gran aprecio a la Pola, por sus buenos modales e inteligencia, es contratada como niñera y dama de aguja; la dulce personalidad que tenía, en conjunto a su habilidad como costurera, le abría, la puerta de más de una casa en la ciudad de Santafé, donde era gustosamente recibida por las señoras. Cuando la familia Zaldúa viajaba a Honda, la Pola aprovechaba este tiempo para ir a Guaduas a visitar a sus hermanos..
Frases y Citas Célebres de Policarpa Salavarrieta:
“Pueblo miserable, yo os compadezco; ¡algún día tendréis más dignidad!”

“¡Pueblo indolente! ¡Cuán diversa sería hoy vuestra suerte si conocieseis el precio de la libertad!”

“Vosotros sois los tigres y en breve seréis corderos; hoy sois complacéis con los sufrimientos de vuestras inermes víctimas, y en breve, cuando suene la resurrección de la patria, os arrastraréis hasta el barro, como lo tenéis de costumbre.”

“Ved que aunque mujer y joven, me sobra valor para sufrir la muerte y mil muertes más, y no olvidéis este ejemplo.”

“Muero orgullosa por defender los derechos de mi patria”

“¡Venganza, compatriotas y muerte a los tiranos”





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